Mi utopía. Una de las tareas de la utopía es mostrar la maleabilidad del mundo. Las utopías nos permiten ver el curso de la historia como no predeterminado. También abren un espacio imaginario de posibilidades, de rediseño y de recomposición. De esta manera, lo posible más allá de lo real se vuelve imaginable.
¿Pero cómo podría, o mejor dicho debería, ser otro mundo? ¿Qué elementos de lo viejo debemos integrar en la composición de lo nuevo? ¿Qué debería reformularse? ¿Y cómo se vería nuestra propia vida en un mundo nuevo y mejor? Su participación consiste de cuatro simples pasos.