¿Hasta qué punto el objeto mostrado se refiere a un mundo mejor?

Este es un peque­ño man­zano de un núcleo de la varie­dad de la man­za­na rosa de Nue­va Ber­na. Ger­mi­nó unos días antes del blo­queo del virus coro­na. Cada plán­tu­la de man­za­na tie­ne nue­vas carac­te­rís­ti­cas, pero éstas sólo se hacen visi­bles des­pués de años, cuan­do da fru­to por pri­me­ra vez. Ten­go que cui­dar de este árbol duran­te mucho tiem­po has­ta que final­men­te sepa si me dará bue­nos fru­tos. Así que esta plan­ta de semi­lle­ro es una inver­sión en el futu­ro, un signo de espe­ran­za y con­fian­za. Al mis­mo tiem­po, sigue sien­do una par­te de la natu­ra­le­za, que no sólo exis­te para mí, sino que es una inter­ac­ción gran­de y com­ple­ja de innu­me­ra­bles par­tes.

He escri­to un peque­ño libro de poe­mas sobre este man­zano y he hecho dibu­jos sobre él. Me conec­ta con la idea de una vida mejor en y con la natu­ra­le­za, con J.J. Rous­seau, con los paseos en el bos­que, con la poe­sía y el arte, con la belle­za, Sui­za y otras regio­nes.

Nou­ve­lle Rose de Ber­ne (Rous­seau en el Ile Saint-Pie­rre)

la revo­lu­ción se encuen­tra en
dice
infrac­cio­nes de la empre­sa
me
para el res­to de mi vida
aquí
deter­mi­na­ble
excla­ve nou­ve­lle rose
soñan­do en un bos­que des­co­no­ci­do
ir a dar un paseo
comer man­za­nas sil­ves­tres
al sen­tir

Así es como imagino un mundo mejor:

El arte y la cul­tu­ra se con­vier­ten en temas prin­ci­pa­les. La Pro­me­na­do­lo­gía está avan­zan­do.
Todos plan­tan un man­zano.
Todo el mun­do tie­ne una peque­ña casa con un jar­dín. Todos los hote­les ofre­cen en todo el mun­do y de for­ma gra­tui­ta una sui­te para una cama. Amor y amor; paz para siem­pre.
Cuan­do lle­ga la pri­ma­ve­ra, sali­mos al aire libre todos los días. En verano hago un pas­tel de fre­sa e invi­to a todos a cenar. En oto­ño se cose­chan las man­za­nas, su aro­ma lle­na toda la casa. En invierno nos sen­ta­mos en la estu­fa y pen­sa­mos, si es posi­ble sali­mos a esquiar. O prac­ti­ca­mos hacer un buen que­so.
Por­que todas las per­so­nas nacen libres e igua­les en dig­ni­dad y dere­chos y deben seguir sién­do­lo.
No hay fron­te­ras ni esta­dos de todos modos, sólo un mun­do con miles de rece­tas.
Nadie debe­ría ser rico o pobre y todo el mun­do obtie­ne un ingre­so bási­co sin con­di­cio­nes.

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