¿Hasta qué punto el objeto mostrado se refiere a un mundo mejor?
Esta es la cúpula de la mezquita del jeque Lotfollah en la plaza Naqsh‑e Jahan en Isfahan (Irán), que se me permitió visitar en 2017. Se convirtió en un sueño hecho realidad. Es encantador, hermoso. Ella es universal, divina, perfecta. Aquí no es importante si alguien cree o no, de dónde viene alguien, qué hace alguien. No puedo imaginar que haya alguien en el mundo que no se sorprenda, que no sea admirado aquí. Es decir, se conectan. La gente, las culturas. En toda su diversidad. Somos uno.
Así es como imagino un mundo mejor:
Un mundo mejor para mí sería un mundo en el que el ser humano estuviera en el centro. No la voluntad de poder de algunos, el deseo de uno de dominar al otro, la creencia en el propio mejor que el otro. No para estar en contra del otro, sino para estar con el otro. No habría guerras, ni odio. En realidad tenemos más en común que diferencias. El color de la piel, la religión y el género no tienen ningún significado, se perciben como dados y no sirven para la distinción o la evaluación. Nos preocupamos por las cosas que podemos influenciar para mejorar. Todos intentan contribuir de acuerdo a sus habilidades.
Respeto. Al final siempre se trata de respeto. Respeto por la otra persona. Hombre. Animal. …la cosa. La naturaleza. Respetando al otro y percibiéndolo como igual. El fuerte ayuda al débil sin querer aprovecharse de él o sentirse superior a él. Para tener cuidado. La mente y la empatía son las piedras angulares.
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