La vida es una his­to­ria sin fin. Cada capí­tu­lo es en sí mis­mo una nove­la emo­cio­nan­te. Ya sea bueno o malo, mejor o peor, sólo pue­de ser juz­ga­do des­de un pun­to de vis­ta y nun­ca abso­lu­ta­men­te. Así que un mun­do mejor es tan impen­sa­ble como un mun­do bueno. En el mejor de los casos, es desea­ble un mun­do en el que todos se sien­tan en casa y cómo­dos. Mi pro­pia vida con todos sus alti­ba­jos ya es así, me han dado mucho y sólo pue­do estar agra­de­ci­do por ello.