Cuan­do veo esa ima­gen, creo que el agua es una de las cosas más valio­sas que tene­mos. Y el hecho es que el agua pura es un gran pri­vi­le­gio. Un pri­vi­le­gio para muy pocos. Si nues­tro pla­ne­ta tie­ne tan­ta agua, ¿cómo pue­des decir que es esca­sa? Pero del 70% de agua en el pla­ne­ta, sólo el 3% es agua dul­ce, y de ese 3%, la mayo­ría está con­ta­mi­na­da. ¿Pue­des ima­gi­nar que la mitad de los ríos del mun­do ya están con­ta­mi­na­dos? ¿Pue­des ima­gi­nar que la dis­tri­bu­ción de este resi­duo de agua pota­ble es com­ple­ta­men­te des­igual? Es impen­sa­ble que varias nacio­nes del mun­do ten­gan enor­mes pro­ble­mas con la esca­sez de agua y que con el calen­ta­mien­to glo­bal, la ten­den­cia no mejo­re. He vis­to infor­mes sobre luga­res en este mun­do don­de la gen­te tie­ne que cami­nar kiló­me­tros para con­se­guir agua, que no siem­pre es pota­ble. A veces cuan­do abro el gri­fo aquí en casa y el agua que flu­ye se pue­de beber sin pro­ble­mas, pien­so que aquí en Ale­ma­nia vivi­mos en un mun­do pri­vi­le­gia­do. El agua cla­ra en un rápi­do, como en esta foto, es algo que muy poca gen­te cono­ce. Para mí, esta ima­gen repre­sen­ta un mun­do mejor, al que todo el mun­do debe­ría tener acce­so. Pue­do decir que esta es mi uto­pía.